Eucaristía

Eucaristía
6 Agosto

CANTO ENTRADA

Que alegría

¡QUÉ ALEGRÍA CUANDO ME DIJERON:
"VAMOS A LA CASA DEL SEÑOR"!
YA ESTÁN PISANDO NUESTROS PIES
TUS UMBRALES, JERUSALÉN.

1. Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor.

2. Según la costumbre de Israel
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de Justicia,
en el palacio de David.

3. Desead la paz a Jerusalén:
"Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
en tus palacios de seguridad".

4. Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: "La paz contigo"
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien.

GLORIA

Gloria a Dios

1. No sé como alabarte, ni qué decir, Señor.
Confío en tu mirada, que me abre el corazón.
Toma mi pobre vida, que sencilla ante Ti,
quiere ser alabanza por lo que haces en mí.

GLORIA, GLORIA A DIOS.
GLORIA, GLORIA A DIOS.
GLORIA, GLORIA A DIOS.
GLORIA, GLORIA A DIOS.

2. Siento en mi tu presencia,
soy como Tú me ves,
bajas a mi miseria, me llenas de tu paz.
Indigno de tus dones mas, por tu gran amor,
tu Espíritu me llena. Gracias te doy, Señor.

3. Gracias por tu palabra, gracias por el amor.
Gracias por nuestra Madre,
gracias te doy Señor.
Gracias por mis hermanos,
gracias por el perdón,
gracias porque nos quieres juntos en ti Señor

PRIMERA LECTURA

Queridos hermanos:
No nos fundábamos en fábulas fantasiosas cuando os dimos a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, sino en que habíamos sido testigos oculares de su grandeza.
Porque él recibió de Dios Padre honor y gloria cuando desde la sublime Gloria se le transmitió aquella voz:
«Este es mi Hijo amado, en quien me he complacido».
Y esta misma voz, transmitida desde el cielo, es la que nosotros oímos estando con él en la montaña sagrada.
Así tenemos más confirmada la palabra profética y hacéis muy bien en prestarle atención como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro hasta que despunte el día y el lucero amanezca en vuestros corazones.

2 Pe 1, 16-19

SALMO

El Señor es mi pastor

El Señor reina, Altísimo sobre toda la tierra

El Señor reina, la tierra goza,
se alegran las islas innumerables.
Tiniebla y nube lo rodean,
justicia y derecho sostienen su trono.

Los montes se derriten como cera ante el Señor,
ante el Señor de toda la tierra;
los cielos pregonan su justicia,
y todos los pueblos contemplan su gloria.

Porque tú eres, Señor,
Altísimo sobre toda la tierra,
encumbrado sobre todos los dioses.

ALELUYA

¡Aleluya, aleluya, alelu-uya,
aleluya, aleluya, alelu-uya!

EVANGELIO

En aquel tiempo, tomó Jesús a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto del monte para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió y sus vestidos brillaban de resplandor.
De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su éxodo, que él iba a consumar en Jerusalén.
Pedro y sus compañeros se caían de sueño, pero se espabilaron y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él.
Mientras estos se alejaban de él, dijo Pedro a Jesús:
«Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».
No sabía lo que decía.
Todavía estaba diciendo esto, cuando llegó una nube que los cubrió con su sombra. Se llenaron de temor al entrar la nube.
Y una voz desde la nube decía:
«Este es mi Hijo, el Elegido; escuchadlo».
Después de oírse la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por aquellos días, no contaron a nadie nada de los que habían visto.

Lc 9, 28b-36

OFERTORIO

El pan de vida

TU ERES, SEÑOR, EL PAN DE VIDA; MI VIDA SIN TI NO SERA VIDA.

1. El pan que yo os daré
ha de ser mi propia carne. Contigo viviré
cuando coma de tu pan.
2. Aquel que cree en Ti tiene ya la vida eterna. Si como de tu pan
de tu vida gozaré.

3. Mi padre es quien os da verdadero pan del cielo. Y a la tierra bajó
para al mundo alimentar.

SANTO

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Santo, santo; santo, santo, santo es el señor. llenos están el cielo y tierra de tu amor. (bis)
Bendito el que viene en el nombre,
el que viene en el nombre del Señor, del Señor.
Santo, santo; santo, santo, santo es el señor. llenos están el cielo y tierra de tu amor.

COMUNIÓN

¡Cristo vive!

Vale la pena dejarse llevar,
Vale la pena dejarse quemar
Vale la pena volver a empezar
por Cristo.

Aun queda tiempo para regalar,
Aun quedan fuerzas para trabajar,
Aun queda gente hambrienta
de Cristo.

No vamos solos, aun somos más
Somos miles de antorchas y un Sol de Verdad
Arde la tierra y grita el mar
Que Cristo Vivo está.

CRISTO, LUZ DE LOS PUEBLOS DE LA TIERRA
CRISTO ES SAL DE UNA NUEVA HUMANIDAD.
CRISTO VIVE EN LAS CALLES, LAS CIUDADES.
EN LOS MONTES Y LOS VALLES,
EN CADA CORAZÓN (Bis)

Deja los rollos que te hacen dudar
Tantas historias que te hacen pasar
Deja los miedos y lánzate ya
Por Cristo.

BENDICIÓN DE MARÍA AUXILIADORA

Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
T. Que hizo el cielo y la tierra.
P. Dios te salve, María, llena eres de gracia,
el Señor está contigo,
bendita tú eres entre todas las mujeres
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
T. Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros pecadores
Ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
P. Bajo tu protección nos acogemos,
Santa Madre de Dios. No deseches las súplicas,
que te dirigimos en nuestras necesidades.
Antes bien, líbranos siempre de todo peligro,
oh! Virgen gloriosa y bendita.
María Auxilio de los cristianos.
T. Ruega por nosotros.
P. Señor, escucha nuestra oración.
T. Y llegue a ti nuestro clamor.
P. El Señor esté con vosotros.
T. Y con tu espíritu.

P. Oremos:
Dios todopoderoso y eterno,
que, con la ayuda del Espíritu Santo,
preparaste el cuerpo y el alma de María,
la Virgen Madre, para ser digna morada de tu Hijo;
al recordarla con alegría,
líbranos, por su intercesión,
de los males presentes y de la muerte eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

La bendición de Dios todopoderoso,
Padre (+), Hijo y Espíritu Santo,
descienda sobre vosotros
y permanezca para siempre.
Podéis ir en paz.

CANTO FINAL

Ella sí

¡ELLA, SI LO HA HECHO TODO!
YA SABEIS CUAL ES SU NOMBRE. (bis)

1. Me escogió como un juguete en la palma de su mano.
Me miró con su sonrisa,
me estrechó con un abrazo.
En las olas de mi vida, resplandece como un faro.
Tú, columna de mis sueños, alba, puerto, luna, amparo.

2. Como un niño que da un beso a la brisa, inmaculado,
yo te envío mi saludo.
Sé que estás en mí pensando.
Yo te invento un nombre nuevo cada día al susurrarlo.
Eres brisa siempre joven,
sé que estás siempre a mi lado.