Oración de la Noche

Oración de la Noche
1 Agosto

CANTO

Padre, maestro y amigo

1. Padre, de muchos hijos padre, escucha nuestro grito
de vida y juventud.
Vuelve, don Bosco siempre joven, que el mundo se hace viejo
sin fe y sin corazón.

PADRE, MAESTRO Y AMIGO LOS JOVENES DEL MUNDO IREMOS TRAS DE TI.
ABRE A CRISTO NUESTRA VIDA ANIMA EL COMPROMISO
EN ESTA SOCIEDAD. Uh, uh, uh…

2. Fiesta, contigo siempre es fiesta, contigo hay alegría:
se siente tu amistad.
Vuelve, revive entre nosotros
tu amor de buen amigo con jóvenes de hoy.

Diálogo todos juntos

L. En este lugar se esconde un enorme tesoro de palabras.
T. Cuántos rincones hablan aquí como si fueran gritos.
L. Hay muchas palabras que sería mejor callar, porque sólo hacen ruido, porque estorban o porque dejan nuestro mundo peor que antes de que se dijeran.
T. Sin embargo aquí, se oyen palabras cargadas de motivos, que expresan lo más hondo, lo más auténtico de una experiencia, la de Don Bosco.
L. A veces son palabras, y otras veces silencios llenos de recuerdos. A veces prosa, y otras veces canto. Son expresiones que, cuando se dicen, nos resuenan de manera especial: “Juanito”, “Mamá Margarita”, “Yo te daré una Maestra”, “Dios te ve”,… T. Expresiones de cariño que querríamos oír aquí mismo, otra vez. Detrás de ellas suceden historias pequeñas, historias grandes. ¡Cuántas risas, encuentros, lloros, esfuerzos, trabajos compartidos, luchas, proyectos… están aquí!
L. Personas y nombres que han marcado nuestra historia desde que éramos pequeños. Ahí están esos nombres que se cruzaron con los nuestros. Sintámonos estos días dispuestos a escuchar más historias, más rostros, más nombres, que nos ayuden a ser personas más hondas, más auténticas, más llenas...
T. Don Bosco, ¡háblanos al corazón!
L. Por todos esos nombres hoy le damos gracias a Dios.

Oración Personal

Amigo y amiga. Ahora, tú, durante unos minutos, tienes tiempo personal para el silencio y la oración, para decir, desde el corazón, lo que esperas escuchar y lo que necesitas escuchar estos días. Entabla un diálogo con Dios en estos momentos iniciales de estancia en el lugar del nacimiento de Don Bosco.

CANTO

Me basta que seáis jóvenes

Me basta que seáis jóvenes para amaros. Me basta, y mi vida yo os daría.
Llevad este secreto bien guardado:
sois vosotros mi esperanza y mi alegría.
Me basta que seáis jóvenes para amaros. Me basta, y nada os vengo yo a pedir.
Llevad este secreto bien guardado:
Con vosotros me encuentro bien aquí.

AHORA MISMO SE ME OCURREN MIL LOCURAS.
CON VOSOTROS TODO EL CIELO YA ESTÁ AQUÍ.
YO NO ESPERO UN MÁS GRANDE PARAÍSO:
SIN LOS JÓVENES, EL CIELO YA NO ES CIELO PARA MÍ.

Me basta que seáis jóvenes para amaros. Me basta, y mi vida yo os daría.
Llevad este secreto bien guardado:
sois vosotros mi esperanza y mi alegría. Me basta que seáis jóvenes para amaros.
Me basta, y nada os vengo yo a pedir. Llevad este secreto bien guardado:
Con vosotros me encuentro bien aquí.

AHORA MISMO SE ME OCURREN MIL LOCURAS.
CON VOSOTROS TODO EL CIELO YA ESTÁ AQUÍ.
YO NO ESPERO UN MÁS GRANDE PARAÍSO:
SIN LOS JÓVENES, EL CIELO YA NO ES CIELO PARA MÍ.

Me basta que seáis jóvenes para amaros. Es necesario, sí, que yo os lo diga.
Mi corazón entero habéis ganado:
Sois el único pensamiento de mi vida.
Me basta que seáis jóvenes para amaros. Me basta, y nada os vengo yo a pedir. Llevad este secreto bien guardado:
Con vosotros me encuentro bien aquí.