Mornese, una casa, un lugar, una familia: Madre Mazzarello…

Mornese, una historia, un compromiso, una entrega…

Mornese… Maín: se atrevió a dar el paso que Jesús le pedía, confío en la palabra del buen Señor, entregó de modo radical su vida.

Mornese, sencillez, silencio, intimidad, humildad…

Regálate este espacio interior como un tiempo de silencio y oración…

Mornese… pero también tú: tu casa, tu familia, tu parroquia, tus compromisos…
Mornese… pero también tú: tu historia, tu compromiso, tu entrega…
Mornese… pero también tú: tus pasos, la confianza en la palabra de Jesús, tus opciones desde el Evangelio…

En el silencio, en la sencillez, en la humildad, en la intimidad del corazón de Maín, el mismo Dios se hizo presente:

Céntrate tras las emociones del día, saborea el silencio y comparte en el grupo…

"Jesús dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque, habiendo ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes, las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido. Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquél a quien el Hijo se lo quiera revelar".

Mt 11, 25-27

Tienes, hoy, una invitación a recordar (pasar por el corazón) desde la sencillez y el silencio tu vida, tu historia, tu familia, tus compromisos y tu entrega, tus opciones… Quizá te pueden ayudar las frases de Madre Mazzarello en las que evoca sus propios convencimientos y lo que ella vivía:

• "Procurad siempre ir adelante con el buen ejemplo"
• "Pon todo el empeño en la santidad. El tiempo se te hará corto"
• "No te desanimes ante ninguna adversidad; recíbelo todo de las manos de Jesús, pon toda tu confianza en Él y espéralo todo de Él"
• "Recuerda que no basta comenzar. Hay que continuar: hay que luchar siempre"
• "Solo en la serenidad y en el silencio del corazón se puede oír la voz de Jesús"